sábado, 6 de enero de 2007



EL MAR Y EL NARANJAL

Hay dolores que matan,
que no dejan huellas
en los caminos de la piel,
pero en el alma...
dejan heridas abiertas
que solo se apaciguan
al canto de un violín.
Dejemos los rencores
colgados en los árboles secos,
que se curtan
en el calor de los olvidos
que se sientan los aires
que se abran los sentidos
en la brisa del azul mar
entre el vidrio y el naranjal.
Esta pasando fugaz
séculos tristes, amargurados
por el tiempo que no tiene freno
no hay quien lo retenga
la vida que muere..ahí viene
la otra que nace
que vengan los sueños entonces
que los ojos se cierren
tras el velo de la noche
esperando en cuanto...
en absoluto silencio
que se abran los libros
que me lleven misterios
por en cuanto..... caminan mis sueños
..entre el mar y el naranjal.

Loboblanco 24/05/05
(Derechos Reservados)

Caminho de Barcelona-Valencia (Bus)
Foi escrita, quando sai de Barcelona a Valencia a um comvite de trabalho, sendo oportuna minha saida que tinha me decepcionado depois de uma briga com meus irmaos, logo meu coraçao ficou calmo depois de ter escrito estas letras.



Lluvia sin sentido

Yo solo canto, cuando la lluvia cae sin sentido,
canto con lágrimas, cuando el frío besa mi piel
y la miro con calma, en varios colores
como el verdor de las plantas.

La espera, la voluntad de querer, el brío mío
la ansiedad de estar en el aire, muy alto,
me convida el silencio a vivir con ella...
solo, al escuchar el tic tac de un reloj
buscando incansable su melodía,
y el perfume va sumiendo en la distancia
queriendo ser nube, besando el alta mar,
asi va la vida, dribleando en sus caminos
Jugando a las mil palabras,
llorando tal vez, riendo quizás
cuando el sol esta sin color,
queriendo enamorar al brillo de la luna
sin respetar la distancia.

Haa! ¿dónde está el Creador?
tal vez sepa muchas cosas de Él
pero hago de cuenta que no siento nada
tal vez sea una puerta que no quiero abrir,
me alimento de Él, vivo de Él, mas no quiero oir,
quiero tocar el fruto prohibido,
comer de ella y sufrir después,
entre el arbusto de los lamentos
que van por las calles, que van por ahí,
dejando al propósito que los pecados
vayan dejado sus huellas, en mi corazón vil ,
que martirio, que dolor que infinito vacío siento,
al ver por mis calles, las aguas correr
que nacen de extrañas montañas
que en el corredizo de los tiempos nunca los vi.

Quiero que caiga la lluvia sobre mi
pero que lo mande Dios, sin creer en Él
que limpie mis instintos escoriados
que ya están curtidos,
de anunciados tamboriles de la tentación
que venga la lluvia, pero que venga con Él
que inunde mi alma, que ahogue mis deseos
solo quiero que mi alma cante
que me lleve el viento, que me lleve ....sin sufrir.

Loboblanco 30/o1/o4
Barcelona-España
(Derechos Reservados)